Departamento de Orientación
martes, 22 de mayo de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
Posted by Lolita Terol Rivas 3 comments
Aquí tenéis una información complementaria a la ofrecida por los medios de comunicación "masivos", sobre la gripe porcina y la gripe aviar... y cada uno que llegue a sus propias conclusiones y se posicione sobre el tema...
Creo que es interesante tener capacidad "crítica"; escuchar aquí y allá; y quedarse con lo que a uno le resulta válido y coherente... Y también creo VITAL enseñar día a día a nuestros hijos e hijas (alumnos y alumnas) esta manera "inteligente" de moverse en el universo informacional en el que vivimos.
¿Y cómo se lo podemos enseñar? Como todo: siendo sus modelos día a día. Comentando con ellos y ellas lo que ocurre a nuestro alrededor, lo que vemos y miramos, lo que oímos y escuchamos...
Pero OJO!! no dando a nuestros hijos e hijas (alumnos y alumnas) respuestas cerradas con "LA VERDAD" absoluta, porque... NO EXISTE :)
Y sin embargo SÍ: planteándoles preguntas alternativas a la realidad presentada, siempre. Ofreciéndoles puntos de vista diferentes. Enseñándoles que en la diversidad está la riqueza. Y que cambiar de opinión es CRECER, y no está censurado.
Evitaremos "jugar" a quién tiene razón, imponiendo nuestro criterio constantemente.
Sí JUGAREMOS a escuchar opiniones diferentes a las nuestras y a "defenderlas" verbal y pacíficamente, argumentando nuestras creencias, nuestros pensamientos, tratando de poner palabras a lo que sentimos... dialogando, compartiendo, respetando las diferencias...
ESTAMOS HABLANDO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL...
Así aprenderán a estar abiertos y abiertas a recibir las opiniones de los demás, escuchándolas con detenimiento y a ser "críticos" con ellas: Sabrán escuchar de verdad, respetar las opiniones de los demás y construirse la suya propia, sabiendo que podrán cambiar cuando deseen, sin problemas.
La forma de ver el mundo y la realidad debe ser flexible para poder CRECER y ser coherentes con lo que sentimos.
¿Y a partir de qué edad se empieza a hacer esto? Desde que nace tu bebé (o incluso desde que está en la barriguita de mamá)... con alumnos y alumnas de cualquier edad.. les tenemos presentes, les hablamos, les comentamos, observamos, compartimos, dialogamos... y según su edad irán interactuando de una forma u otra... pero irán "mamando desde la cuna" esta forma de vivir, de ser y estar... basada en el diálogo y el respeto (lógicamente, no vamos a hablarle de la gripe aviar ni porcina... hablaremos sobre aquello que les llame la atención, lo que forme parte de su vida :)
De mi hija he aprendido que los niños y niñas tienen "su propia forma" de interpretar el mundo... Nuestro "reto" como padres y madres, como maestros y maestras y como profesionales es ser capaces de "entrar" en su mundo, y ponernos a su nivel, ver lo que ellos ven, sentir lo que ellos sienten... y es una experiencia maravillosa... la LLAVE PARA ENTRAR EN EL MUNDO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS: EL JUEGO. Dándote permiso de vez en cuando para "salir" de tu YO ADULTO... dejándote llevar por tu YO NIÑO/A... CONFIA EN TU INTUICIÓN Y SERÁ MUY FACIL... verás...
Y así acompañarás a tu hijo o hija (y a ti mismo) en su crecimiento. Y seréis felices.
En cualquier caso:
PARA VIVIR EN LIBERTAD, SIENTE, PIENSA Y ACTÚA LIBREMENTE
(estés donde estés y sea cual sea tu realidad)
(con CONFIANZA y SEGURIDAD, con VALOR, con AMOR)
SERÁ EL MEJOR REGALO PARA TI Y PARA LOS TUYOS
Lolita Terol (http://www.centroandares.com/)
Lo que los adolescentes esperan escuchar
Posted by Marc Giner Llenas 1 comments
Publico este artículo extraído de la página web del centro Familiae de Santiago de Compostela (España), con el permiso de Pilar Gómez-Ulla, psicoterapeuta del centro. Podeís encontrar más artículos suyos en su página web: http://www.centrodepsicologia.org.
A veces, intentar comunicarse con un adolescente en crisis es una de las tareas más difíciles.
Cinco mensajes que quieren oír ¿Los pronunciamos alguna vez?
¿De qué hablamos con nuestro hijo adolescente? Quizá, lo primero que se nos venga a la cabeza sean los gritos a causa de las notas o porque el fin de semana ha llegado más tarde de lo habitual a casa. A veces, intentar comunicarse con un adolescente en crisis es una de las tareas más difíciles.

Si nos descuidamos, nuestra relación puede reducirse peligrosamente a reconvenciones y críticas...
Y, sin embargo, nuestro hijo tiene unas necesidades especiales de comunicación: espera que tomemos la iniciativa.
A lo largo de las siguientes páginas describiremos en detalle los cinco mensajes que la mayoría de los adolescentes - nuestro hijo también - están deseando oír de nuestros labios. Sus necesidades especiales de comunicación requieren de nuestra parte una postura más activa.
ORGULLO
MENSAJE PRIMERO: "Estoy orgulloso de ti".
Con esta frase tan simple, ayudamos a construir la autoestima de nuestro hijo. Es probable que se la digamos cuando consigue algún éxito, pero un adolescente la necesita especialmente cuando falla. Estamos orgullosos de él porque es nuestro hijo... y no hacen falta más motivos. Y, sin embargo, muchos adolescentes de hoy en día pueden no tener la suerte de escuchar este mensaje a menudo.
Deberíamos estar orgullosos de nuestro hijo y reconocerle por lo que es y por los esfuerzos sinceros que hace por mejorar, sin compararle con otros y sin establecer metas arbitrarias como sacar todo sobresaliente, por ejemplo. Sentirse orgulloso de un hijo no debería de los puntos anotados en un partido de baloncesto, por ejemplo, ni de las notas conseguidas.
Puede que resulte difícil estar orgulloso de un hijo cuando toma decisiones equivocadas o cuando falla. Sin embargo, nunca, nunca, debemos permitir que se esfume el cariño. Cuando falle, no diremos: "no llegarás nunca a ninguna parte". Un simple descuido y cuatro o cinco palabras pueden llegar a herirle profundamente. En nuestro hijo adolescente hacen el efecto de: "estoy disgustado contigo como ser humano".
AQUÍ ESTOY
MENSAJE SEGUNDO.
"Puedes acudir a mi para que te haga falta; siempre estaré aquí para escucharte".
Un adolescente da mucha importancia a poder acudir a sus padres cuando existen problemas; aunque exista rebeldía, en los momentos difíciles necesita tener una seguridad: "mis padres están ahí". Sin embargo, si no le prestamos atención cuando lo está pasando mal, le estaremos dando una buena razón para que se las apañe por sí solo y busque consejo y ayuda en otros lugares.
Hay que escucharles, sin querer hablar y pontificar continuamente. Así, dejamos claro a nuestro hijo que: "Eres importante para mi", "me preocupo de las cosas en las que tú estás interesado", "me gusta escuchar tus ideas y opiniones". Escuchar con atención también estimula el deseo de hablar de los hijos. Se construye un ambiente de respeto y afecto mutuo.
COMPRENSIÓN
MENSAJE TERCERO: "Quiero comprenderte"
A veces, es frustrante ser padre. Continuamente oyendo los prejuicios de los quinceañeros que afirman que somos una generación antigua y que no les comprendemos... No hay duda; es difícil comunicarse con los adolescentes.
Muchas veces, cuando nuestro hijo nos acusa de que no le comprendemos es tan sólo una manera de defenderse.
Confunde "no comprender" con "no estar de acuerdo", por lo que no hemos de dejar que nos manipule. Si nos acusa de que no le comprendemos, hemos de decir a nuestro hijo que nos ayude: "Quiero comprenderte, cuéntame más, que sientes...".
Si tenemos la sospecha de que lo único que ocurre es que simplemente no estamos de acuerdo con él, podemos repetir lo que nos dice, sus argumentos, sus ideas, hasta que se dé por satisfecho y entonces: "Ves que comprendo lo que quieres decir y por qué; si no es así, quiero llegar a comprenderlo. Pero me parece que nuestro problema no es de falta de comprensión sino de falta de acuerdo".
CONFIANZA
CONFIANZA
MENSAJE CUARTO: "Confío en ti".
Contar con la confianza de sus padres es importante para un adolescente. "Lo más dañino que me han dicho mis padres en mi vida fue que nunca podrían volver a confiar en mí".
Nuestro hijo necesita que le digamos que nuestra confianza en él se desarrollará gradualmente en la medida que adquiera nuevos conocimientos y experiencias en esas situaciones que requieran la confianza. No podemos pretender que nuestro hijo de quince años conduzca un coche - aparte de que es ilegal - porque no tiene la experiencia necesaria que nos permita confiar en su buen juicio.
Pero hay otra razón por la que nos cuesta tanto a los padres confiar en nuestros hijos. Nos conocemos bien a nosotros mismos y, seguramente, hemos experimentado de primera mano todos los riesgos, situaciones y peligros de esta etapa. Sabemos qué fácil es ceder a las presiones del ambiente cuando no se está preparado. Esto nos previene de dar a nuestros hijos una confianza sin límites.
De hecho, no estaríamos haciendo bien nuestro trabajo de padres si permitimos que nuestros hijos se encuentren en situaciones donde el grado de riesgo es más elevado que su nivel de madurez.
CARIÑO
MENSAJE QUINTO: "Te quiero".
A veces, podemos perder muchas oportunidades de expresar amor y cariño - y de recibirlo - sólo porque no nos lo hemos propuestos como un objetivo consciente. Y, sin embargo, es el mensaje más importante que chicos y chicas quieren oír de sus padres.
El amor es el ingrediente esencial de una familia sana. Un "te quiero", dicho en voz alta y a menudo, nos ayuda a saber quiénes somos y por qué hemos nacido. Cuando un adolescente no está seguro del amor de sus padres, los otros cuatro mensajes anteriores no significan nada. Necesitan que le digan que les quieren y que se lo demuestren. ¿Cómo pueden estar seguros de que les quieren si nunca se lo han dicho? ¿Cómo pueden estar seguros si sus padres nunca pasan el tiempo con él?
La manera de demostrar el amor a un hijo se deletrea con estas letras: T - I - E - M - P - O. Darle regalos, proveerle de comida y ropa, mostrarle cariño de otras maneras está bien, pero también hay que estar dispuesto a perder tiempo con nuestro hijo adolescente: ir de pesca, ir de tiendas juntos...
Relacionarse, comunicarse, cuesta trabajo. Esto ocurre en el matrimonio, en la amistad... y en la relación entre padres e hijos. Con un adolescente cuesta más, porque crece y gana más independencia constantemente, y por eso puede llegar a frustrarnos. No dejemos que ocurra en nuestra familia.
PARA PENSAR
- ¿Habéis dicho alguna vez a vuestro hijo: "Hijo, ¿sabes que estoy orgulloso de ti, y no me importa nada más?" La palabra orgullo en este contexto se relaciona cercanamente con la de amor. Así, vuestro hijo sabrá que queréis decirle que estáis felices porque él es vuestro hijo.
- Cuando mejoréis vuestro modo de escuchar, vuestro hijo también aprenderá a escuchar mejor. Imaginad el impacto positivo que tendrá en la calidad de la conversación en vuestro hogar.
- Vuestro hijo adolescente necesita abrir una cuenta personal de autoestima basada en lo que es como persona, no por sus actuaciones diarias. Así, cuando falle, puede retirar de esa cuenta la cantidad necesaria. Si no tiene ese reconocimiento, puede acudir a lugares equivocados en su busca.
- No se trata de decir: "Comprendo exactamente cómo te sientes". Suena a querer desmarcarse de sus sentimientos y querer buscar una solución rápida al problema.
- Existe el peligro de poner un nivel demasiado alto a los hijos. Si los adolescentes llegan a creer que necesitan sacar todo sobresalientes para que sus padres les acepten, pueden deducir que a sus padres sólo les importa los éxitos... no las personas. Y así, como resultado, no intentarán hacer lo mejor que puedan.
- Es importante que le ayudéis a tener esta distinción clara en la cabeza: se puede aceptar a la persona aunque no se apruebe el comportamiento. Estáis orgullosos de él, porque en vuestro hijo, pero no de lo que ha hecho, dejándole claro que vuestro enfado se refiere sólo a sus acciones, no a él como persona.
... Y ACTUAR
Podemos ser tan despistados, ocupados en tantas cosas intrascendentes, que nos olvidemos de las necesidades comunicativas de nuestros hijos. Si disponemos de una agenda de trabajo, o un calendario que veamos todos los días, podemos hacer alguna señal para recordar: "Ojo, en esta semana no he hablado con mi hijo ni una sola vez".
Etiquetas adolescencia, desarrollo emocional, familia, orientaciones adolescencia, orientaciones familia
Problemas que pueden atravesar los adolescentes
Posted by Edith Beatriz Burgos
“CAMBIA…TODO
CAMBIA…”
Adolescencia, momento de la vida donde
se pueden sentir tormentos y fuertes emociones así como frecuentes
enfrentamientos entre las generaciones jóvenes y la de los adultos.
Los cambios físicos aparecen a partir
de los diez u once años en las mujeres y un poco después en los varones. Debido
a la velocidad de la transformación del cuerpo, muchos adolescentes están
preocupados por su apariencia y necesitan ser tranquilizados. Todo este
crecimiento, utiliza gran cantidad de energía, lo cuál podría tener que ver con
la necesidad que tienen de dormir más. El levantarse tarde de los adolescentes
irrita a los padres pero no es producto de la pereza de sus hijos, sino de
causas hormonales y físicas.
Es importante tener en cuenta que cada
sujeto se desarrolla a un ritmo diferente.
Además del rápido desarrollo físico,
se producen grandes cambios emocionales que aunque son positivos, a veces pueden
ser confusos e incómodos para los adultos y para el propio sujeto.
Para construir una nueva forma de ser
en el mundo… los adolescentes deben salir de sus casas. El grupo de amigos es lo
más importante en este momento de la vida, y es el lugar donde ellos van a
construir su nueva subjetividad. Los padres se hacen menos imprescindibles. Los
jóvenes pasan mucho tiempo hablando por teléfono, al frente de la computadora,
escuchando música o fuera de casa, lo que irrita a los padres
y produce conflictos.
Los conflictos y discusiones, aunque
sean frecuentes, no tienen que ver con la personalidad de los padres ni con el
que ellos. No es que no nos aprecien o no nos quieran más, sino que está
relacionado con la necesidad de los adolescentes de independizarse y construir
su propio proyecto de vida.
A la vez que se esfuerzan por ser más
independientes, intentan nuevos caminos; pero si se enfrentan con dificultades,
suelen enfurecerse, estar mal humorados y perder la confianza en sí mismo; lo
que los lleva a refugiarse en sus familias.

Los problemas más frecuentes que
pueden atravesar los adolescentes son:
Problemas
emocionales:
Que adolescente no se ha sentido tan
triste que ha llorado y deseado alejarse de todo y de todos; pensando que lo
vida no merece la pena vivirla. Estos sentimientos pueden dar lugar a un estado
depresivo que puede esconderse bajo excesos alimenticios, problemas para dormir
y preocupaciones excesivas sobre su apariencia física. También
pueden expresarse estos trastornos en forma de miedos o ataques de
pánico.
Problemas de
conducta:
Por un lado los adolescentes desean
que sus padres sean claros y les suministren límites precisos pero
cuándo esto se realiza, ellos sienten que le quitan la libertad y no le permiten
tomar sus propias decisiones. Se producen desacuerdos y muchas veces los padres
pierden el control no sabiendo que les está pasando a sus hijos, ni
donde están.
Por lo tanto, es importante que los
padres pregunten y conozcan donde están sus hijos, con quién están y adonde van.
Y los hijos informen a sus mayores.
Problemas
escolares:
Muchas veces los adolescentes rechazan
ir al colegio expresando así una dificultad en separarse de sus padres. Esto se
puede expresar en forma de “dolores de cabeza” o
“estómago”.
Otros de los problemas
puede ser la dificultad de integración al grupo de pares o conflictos con algún
alumno, puede estar siendo acosado por algún compañero. Todas estas situaciones
pueden hacer que concurrir al colegio se convierta en una experiencia solitaria
y amenazadora.
Otros problemas pueden estar asociados
a estados depresivos, ansiosos y a la falta de confianza en sí mismos para
encarar los desafíos del aprendizaje escolar y el de hacerse de
amigos.
Estos problemas emocionales afectan al
rendimiento escolar, pues es difícil poder concentrarse en la tarea cuando se
está preocupado por uno mismo, los problemas familiares o de
amistades.
Problemas
sexuales:
A veces los adolescentes son tímidos y
están preocupados por su físico y esto lleva a que no hagan preguntas acerca del
sexo a sus mayores. En otras oportunidades pueden recibir información errónea de
sus amigos y compañeros.
En otras ocasiones, puede ocurrir que
sus experiencias sexuales las realicen en situaciones de riesgo de embarazos no
deseados o de posibles contagios de enfermedades de transmisión
sexual. El frecuentar situaciones de riesgo puede indicar problemas emocionales
o reflejar una necesidad de vivir al límite.
Para prevenir dichos problemas
sexuales es importante que los padres, docentes, médicos de cabecera o centros
de orientación familiar, ofrezcan a nuestros jóvenes la adecuada información y
orientación sexual.
Problemas de
alimentación:
Pueden sufrir de anorexia o bulimia
nerviosa. Con respecto a la primera enfermedad, el sujeto se niega a comer y se
ve con sobrepeso aunque realmente esté muy delgado. Con respecto a la bulimia,
pueden tener sobrepeso o no pero ellos canalizan sus problemas a
través de la ingesta inadecuada de alimentos, esto los deprime y hace que deseen
superar este estado de ánimo a través de la comida produciéndose un círculo
vicioso difícil de controlar si no se los pone en tratamiento.
Problemas con el uso de alcohol,
drogas y pegamento:
El alcohol es la droga que mayor
frecuencia causa problemas en los adolescentes. Los padres deben estar atentos a
cualquier cambio repentino y grave de conducta de sus hijos.
La mayoría de las dificultades en la
adolescencia no son ni graves ni duraderas, pero el adolescente tiene que pasar
por alguna de ellas para constituirse en un ser libre e independiente con un
proyecto de vida.
Los padres todavía
cumplen un papel importante brindando una base segura a sus hijos. Para ello
tienen que ponerse de acuerdo entre sí sobre como están manejando las cosas y
apoyarse el uno al otro. No hay que realizar alianzas con el hijo, contra el
otro progenitor.
Los padres son los que mantienen a sus
hijos, por eso ellos tienen que decidir cuáles son las reglas del juego aunque a
veces puedan ser negociadas y acordadas entre padres e hijos. Dichas reglas
deben ser razonables y serán menos restrictivas cuándo el adolescente se haga
más responsable.
Se debe mantener un diálogo fluido y
permanente con los hijos así ellos podrán acudir a nuestro encuentro cuándo lo
necesiten. Para ello es preciso que se sientan escuchados, no criticados y no
avasallados.
Diálogo y escucha, dos principios
fundamentales para afrontar todos los cambios que se suceden en este maravilloso
momento de la vida de nuestros hijos.
Ya ha salido la fecha para el exámen de acceso a Ciclos formativos de Grado Medio.
Recuerda que el plazo de inscripción finaliza el 11 de mayo y lo has de realizar en el Instituto donde quieras cursar el ciclo elegido.
Este es el enlace para ver las orientaciones sobre la prueba.
http://www.cefe.gva.es/eva/val/fp/pruacc_gm.htm
Recuerda que el plazo de inscripción finaliza el 11 de mayo y lo has de realizar en el Instituto donde quieras cursar el ciclo elegido.
Este es el enlace para ver las orientaciones sobre la prueba.
http://www.cefe.gva.es/eva/val/fp/pruacc_gm.htm
Suscribirse a:
Entradas (Atom)